Es muy gracioso. Sales a cenar con un chico al que acabas de conocer o conoces poco (a nuestra edad ya les llamamos señores), o te vas a echar una foto con el colega que sea... Chan-chán.... Mano levitosa. Anoche se me dio una situación levitacional, pero el documento gráfico no obra en mi poder. En qué consiste? Es muy fácil: Al sujeto en cuestión le da vergüenza (o le das grimilla, que todo puede pasar) de cogerte de la cintura o del hombro (en el tema fotografía pasa mucho, claro, sólo a los aficionados... que los puristas de la fotografía no consienten tales poses) y entonces deja su mano depositada sobre tu hombro pero sólo a efecto testimonial, porque no te toca. El brazo queda como levitando en el aire en una postura que debe ser bastante incómoda, por cierto.
Tú, mientras, sonríes para tus adentros (es que es una técnica muy descarada) y piensas "espero que al menos sea por vergüenza y no por asquito". Que por muy pedorro que sea el nota, a nadie le gusta dar asco.
jueves, 26 de agosto de 2010
lunes, 16 de agosto de 2010
Reflexiones en la AP
Comentario manido y requetemanido en conversaciones telefónicas trascendentales con numerosas amigas, recordado en la AP Sevilla-Cádiz y reproducido a continuación.
Tema: capacidad de atención masculina o "me-importa-un-carajo-lo-que-me-digas,-que-ya-interpretaré-yo-lo-que-convenga-más-a-mis-intereses".
Empíricamente testado en nueve de cada diez hombres. A la que encuentre al décimo no sé si definirla como afortunada o recomendarle que busque otro, que con el que ha dado es un poco rarito...
(Esto es una dramatización, of course, pero el efecto viene a ser el mismo)
Querido Marcos:
Espero que no hayas cambiado de dirección y que te llegue mi carta. También que cuando la leas te encuentres bien y que ya haya nacido tu sobrino. Me hablaste tanto de lo emocionado que estabas con el embarazo de tu hermana... Deseo de todo corazón que todos estéis bien y que, tal y como te prometieron, seas su padrino de bautismo. Sé que te hacía especial ilusión.
¿Qué tal en el trabajo? ¿Ya te ascendieron? Seguro que sí, y si no, cambia de trabajo, no saben valorar en esa oficina todo lo que vales.
Mi vida... Anda regular. Volviendo del concesionario (por fin me decidí a comprarme el coche nuevo) me he parado a pensar muchas cosas y me he animado a escribirte, siempre me gustó contarte las cosas que se me pasaban por la cabeza.
Todo va de mal en peor, las cosas no mejoran y no logré recuperarme de la depresión en la que caí. He estado mirando en un par de páginas de Internet, a ver qué método era el más adecuado para suicidarme. No sé si tirarme por una ventana, cortarme las venas o lanzarme por un puente. ¿Tú qué crees? Es que lo de la sangre me parece un poco guarrete.
Tu opinión cuenta para mí, siempre me apoyaste en todas mis decisiones y me gustaría saber qué te parece. No me siento con fuerzas para superarlo y desaparecer sería la mejor solución, quitarme un peso de encima a mí y a los que me rodean.
No puedo más.
Cuídate y perdona por inoportunarte, pero es que estoy desesperada.
Un beso. Ana.
----------------------------------------------------------------------------------------------
Querida Ana:
Por aquí las cosas bastante bien, estoy contento y feliz, no cabe mayor gozo en mi ser porque mi equipo ha ganado la Liga.
¿Te compraste un coche? ¿De qué color? ¿Diesel o gasolina?
Me alegra que estés bien.
Cuídate. Marcos.
Tema: capacidad de atención masculina o "me-importa-un-carajo-lo-que-me-digas,-que-ya-interpretaré-yo-lo-que-convenga-más-a-mis-intereses".
Empíricamente testado en nueve de cada diez hombres. A la que encuentre al décimo no sé si definirla como afortunada o recomendarle que busque otro, que con el que ha dado es un poco rarito...
(Esto es una dramatización, of course, pero el efecto viene a ser el mismo)
Querido Marcos:
Espero que no hayas cambiado de dirección y que te llegue mi carta. También que cuando la leas te encuentres bien y que ya haya nacido tu sobrino. Me hablaste tanto de lo emocionado que estabas con el embarazo de tu hermana... Deseo de todo corazón que todos estéis bien y que, tal y como te prometieron, seas su padrino de bautismo. Sé que te hacía especial ilusión.
¿Qué tal en el trabajo? ¿Ya te ascendieron? Seguro que sí, y si no, cambia de trabajo, no saben valorar en esa oficina todo lo que vales.
Mi vida... Anda regular. Volviendo del concesionario (por fin me decidí a comprarme el coche nuevo) me he parado a pensar muchas cosas y me he animado a escribirte, siempre me gustó contarte las cosas que se me pasaban por la cabeza.
Todo va de mal en peor, las cosas no mejoran y no logré recuperarme de la depresión en la que caí. He estado mirando en un par de páginas de Internet, a ver qué método era el más adecuado para suicidarme. No sé si tirarme por una ventana, cortarme las venas o lanzarme por un puente. ¿Tú qué crees? Es que lo de la sangre me parece un poco guarrete.
Tu opinión cuenta para mí, siempre me apoyaste en todas mis decisiones y me gustaría saber qué te parece. No me siento con fuerzas para superarlo y desaparecer sería la mejor solución, quitarme un peso de encima a mí y a los que me rodean.
No puedo más.
Cuídate y perdona por inoportunarte, pero es que estoy desesperada.
Un beso. Ana.
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Querida Ana:
Por aquí las cosas bastante bien, estoy contento y feliz, no cabe mayor gozo en mi ser porque mi equipo ha ganado la Liga.
¿Te compraste un coche? ¿De qué color? ¿Diesel o gasolina?
Me alegra que estés bien.
Cuídate. Marcos.
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